El porteo es una práctica ancestral que nos permite llevar a nuestro bebé cerca de nuestro cuerpo con la ayuda de un portabebé.
El porteo debe ser ergonómico ( cuidar la anatomía y fisionomía de el bebé y el porteador), seguro ( usar el portabebé adecuado y apto para esa etapa, cuidando la salud del bebé) y respetuoso ( acompañar el desarrollo evolutivo del bebé, respetando sus tiempos y necesidades).
Esta herramienta que acompaña nuestra maternidad, tiene múltiples beneficios para el bebé y el adulto, fomentando un apego seguro, y el respeto al desarrollo y necesidades del bebé y niños más pequeños.
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